Salvación Gratuita pero no es Barata!

¿Cómo podría ser posible que Jesucristo  pudiera morir como un sustituto por mi culpa como un pecador? Es porque Él es el Dios infinito, no un hombre pecador, Él podría morir por un número infinito de pecadores. Porque Él es Dios, Él puede pagar el castigo eterno de todos nuestros pecados.

Segunda Corintios 5:21 nos dice que no era suficiente que Él sólo debería morir y pagar la culpa de nuestros pecados,  pero que Su perfecta justicia seria  contada a los ojos de Dios como nuestra justificación. Toda la justicia pura de Jesucristo está ahora disponible a través de Él al pecador creyente.

Sobre la base del sacrificio de muerte de Jesucristo, Dios viene y ofrece la gran invitación a todos los pecadores para  que vengan y se unan a Él en el cielo.

¿Cómo puedo saber que esta es la verdad absoluta? ¡Mire la tumba vacía! ¡Cristo está vivo! La resurrección de Jesucristo es la prueba de que Dios esta eternamente satisfecho con el sacrificio de Su Hijo en la cruz.

Ahora usted y yo podamos tener la justicia de Dios  e ir  con valentía o temblar a las escalas de la justicia y ponerla en contra de toda la perfección  que Dios ha exigido y que Él debe exigir. El saldo es de inmediato. El Cristiano creyente está justificado delante de Dios. Dios no puede tener nada en contra de usted y de mí para siempre.

Usted está justificado cuando confía en la justicia perfecta de Jesucristo, en lugar de su propia justicia (2 Cor. 5:21). Usted nunca estará justificado a los ojos de Dios si usted se aferra a sus propias buenas obras.

Podemos cantar con gran teología profunda: "Nada en mi mano les traigo, simplemente a tu cruz me aferro". Somos justificados por la fe, solo por la gracia, en Cristo Jesús.

Sin embargo, no somos justificados por  una fe que esta sola. Por lo tanto, si usted realmente va a la cruz, cree en la obra salvadora de Cristo, usted abundara en la obra del Señor.

¿Si nuestra salvación se recibe como un regalo gratis que alguien tuvo que pagar por ella. Desde que usted y yo no pagamos, ¿quién lo hizo?

El apóstol Pablo nos dice que Jesucristo nos redimió, no con cosas perecederas como oro y plata, pero "sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación¨ (1 Ped. 1:19).

¡Nuestra salvación es un regalo caro que no merecemos y no tiene merito! Fuimos "redimidos" significa liberar, una liberación por la compra de un rescate, entregado por el pago de un precio. Nuestra libertad espiritual se adquirió con el gran pago de la sangre de Jesucristo. Así pues, la gracia que nos salva no es barata.

La sangre de Jesús es "preciosa". Es de gran valor, preciosa para Dios. La cosa más preciosa para Dios es la sangre de Su Hijo Jesús.

¡Por lo tanto, cuan preciosos somos usted y yo para Él!